Una medida obligatoria en muchos países antes de empezar una obra
Desde su fábrica de Zaragoza, España, Markleen suministra una amplia gama de barreras antiturbidez a empresas de construcción por todo el mundo.
El fin de la barrera antiturbidez es el de contener el material en suspensión proveniente de las obras en puertos (por ejemplo dragados), costas y ríos, para que este no se extienda hacia playas o zonas de relevancia ecológica. Una barrera antiturbidez correctamente diseñada y colocada reducirá de manera significativa la presencia de sedimentos fuera de la zona de obras.
En muchos países, la barrera antiturbidez ya es un elemento obligatorio a colocar antes del comienzo de cualquier obra en agua.
¿Qué es una barrera antiturbidez?
La barrera antiturbidez es un faldón de geotextil poroso de la profundidad deseada unido a un elemento de flotación que permite mantener la verticalidad cuando se despliega en el agua.
¿Dónde puedo usar una barrera antiturbidez?
Ya que las obras generalmente se llevan a cabo en aguas protegidas o semiprotegidas, estos lugares suelen ser adecuados para la utilización de una barrera antiturbidez. La presencia de mucho oleaje o de fuertes corrientes podría limitar la eficacia de este producto, ya que compromete su capacidad de contención de los sedimentos.
¿Cómo se coloca una barrera antiturbidez?
Es importante tener en cuenta que no se trata de cerrar la zona de obras herméticamente en toda la columna de agua, sino de colocar la barrera antiturbidez de manera que reduzca lo máximo posible la dispersión de las partículas en suspensión más allá de dicha barrera. La suciedad generada por las obras, por su propia naturaleza, tenderá a volver hacia el fondo marino, y cuánto más lejos nos encontramos de la obra, menos suciedad nos encontraremos. Por tanto, no es necesario que la cortina antiturbidez toque el fondo marino, ya que los sedimentos que viajarán más lejos se encuentran en la parte superior de la columna de agua. De hecho, recomendamos que se deje al menos 50 cm entre el fondo marino y la parte inferior de la cortina, para evitar que esta se enganche en el fondo, con el posible riesgo de ruptura.
La profundidad más habitual de una barrera antiturbidez suele ser de entre 2 y 6 metros, que irá en función de la profundidad de las aguas donde se coloca. Si las aguas donde se llevan a cabo las obras son muy profundas, esto no quiere decir que necesitemos siempre una barrera antiturbidez de la misma profundidad. En el caso de la colocación de una cortina antiturbidez de mucha profundidad es fundamental que las aguas sean muy tranquilas. De lo contrario, la cortina podría tener tendencia a subir, lo cual sería contraproducente a la hora de contener el material en suspensión. Y no hay que olvidar que a mayor profundidad de cortina, mayor tiene que ser el elemento de flotación en superficie.
¿Qué me puede ofrecer Markleen?
Markleen fabrica barreras de contención de hidrocarburos y cortinas antiturbidez de geotextil (tanto tejido como no tejido) de varios tamaños, que juntos forman un cerco eficaz contra los sedimentos de obra.
También podemos ofrecer barreras antiturbidez con elementos de flotación sustituibles y reciclables, además de barreras antiturbidez con flotación inflable, a través de una manguera.
Contáctanos para que te aconsejemos sobre la mejor solución para la obra en cuestión, si es posible con datos sobre la longitud del cerco deseado, la profundidad de las aguas y las condiciones ambientales.